Entornos empresariales cambiantes, exigen un manejo más dinámico y completo de las relaciones con los stakeholders o grupos de interés. Cuándo estas se gestionan de forma eficaz, es más fácil identificar los mecanismos para garantizar el éxito del desarrollo organizacional. Es así que la Gestión de Grupos de Interés o Stakeholder Management, va tomando cada vez más importancia y se convierte en una fuerza que representa más a las empresas y organizaciones del siglo XXI.
Antes de definir este término, hay que entender primero, qué son los grupos de interés o stakeholders. En pocas palabras, los grupos de interés, son cualquier individuo o grupo que puede afectar o ser afectado por el logro de los objetivos de una organización. Es así como, la Gestión de los Grupos de Interés es el proceso a través del cual se fomenta la relación recíproca y beneficiosa entre una empresa y sus principales actores. El foco principal radica, entonces, en generar valor para cada una de las partes interesadas.
Los Inicios de la Gestión de Grupos de Interés
Esta teoría inicia en 1984, cuando Edward Freeman (filósofo y profesor de Administración de Empresas de la Universidad de Virginia, EEUU) propone a los stakeholders como una estrategia de administración, declarando que las organizaciones tenían que considerar no solo las necesidades de los inversores, sino también las de los demás interesados. Según Freeman, las partes interesadas son las dueñas y directoras de empresas (que incluye también el concepto de accionistas), la comunidad local (y en algunos casos comunidades cercanas), clientes, empleados, proveedores, entre otros. Son todas aquellas personas que se caracterizan por ser de vital importancia para la existencia y éxito de la organización. Son todas aquellas figuras que por su tipo de vínculo pueden beneficiarse de las acciones y operaciones de la empresa, pero que a su vez esta relación puede violentar o dañar sus derechos.
Diferencia entre Gestión de Accionistas y Gestión de Grupos de Interés
Este proceso de Gestión de los grupos de interés se origina en contraposición a la teoría de Milton Friedman (Economista y Estadístico estadounidense) que había sido planteada unos años antes: “Shareholder Management”. Este autor explicaba como idea principal que la responsabilidad social de las empresas era aumentar las ganancias. Los actores principales en esta teoría son los shareholders (accionistas), por lo que el foco está puesto sobre ellos, así es como los directores de organizaciones/empresas deben concentrarse en sus deseos para obtener el máximo de ganancias posible.
Hoy por hoy este enfoque centrado en las ganancias es criticado porque atrajo muchos costos para la sociedad: aumento de la desigualdad económica, calentamiento global, degradación de la naturaleza y la biodiversidad, entre otros aspectos. Freeman no estaba de acuerdo en dónde se colocaba el interés principal, por lo que decidió proponer un nuevo enfoque.
Mientras Friedman indicaba que el único grupo con derecho moral sobre la empresa eran aquellos que aportaban sus recursos a la misma: los accionistas; Freeman mencionaba que este enfoque debía cambiar al afirmar que son varios los grupos con derecho moral sobre la organización, ya que ésta tiene el potencial de beneficiar o perjudicar a los interesados. Es así que las partes interesadas se convierten en un grupo mayor que incluirá: los dueños y directores de empresas (que incluye también el concepto de accionistas), la comunidad local (y en algunos casos comunidades cercanas), clientes, empleados, proveedores, entre otros. Todas aquellas personas que se caracterizan por ser de vital importancia para la existencia y éxito de la organización. Aquellas figuras que por su tipo de vínculo pueden beneficiarse de las acciones y operaciones de la empresa pero que a su vez esta relación puede violentar o dañar sus derechos.
Generando valor a través de la Gestión de Grupos de Interés
El movimiento de Gestión de Grupos de Interés es una estrategia revolucionaria porque implica sumar consideraciones éticas a cada aspecto de los negocios. Implica crear un sólido y significativo propósito para todas las partes, y así a través de los servicios o productos que se ofrezcan ayudar a crear algo mayor para la comunidad en la cuál se está inserto. Es poner la propia organización al servicio del bien común. Es una transformación y a su vez revolución, porque es una fuerza que lleva a la creación de organizaciones éticamente conscientes.
Clarkson et. al en “Principles of Stakeholder Management” menciona que para que una organización crezca de forma sostenible debe encontrar el equilibrio entre los intereses propios y los intereses de los grupos de interés, y esto consecuentemente llevará a cumplir con necesidades de índole social.
Freeman dice que “las organizaciones son cuestión de propósito”. Somos parte de esa generación que tiene la posibilidad de adoptar la ética e incorporarla en el mundo de los negocios. Una revolución conceptual con una nueva narrativa que incluye prestar atención a la responsabilidad social.
Conocer en profundidad la particularidad de los interesados es comprender que el éxito organizacional no va por el lado del dinero y ganancias concretas, sino por el lado de entender aquello que rodea mi organización será la verdadera llave al éxito y por lo tanto las ganancias aparecerán como consecuencia directa. Es captar que el valor total se crea únicamente a través de un trabajo conjunto con todas las partes interesadas implicadas.
Una estrategia exitosa de Gestión de Grupos de Interés
¿Qué se debe tener en cuenta para lograr una estrategia efectiva de gestión de los grupos de interés?
- Identificar a los individuos/grupos de interés
Identificar los grupos de interés implica considerar quienes son aquellos actores o grupos que influencian directa o indirectamente nuestro trabajo u organización y captar sus necesidades y expectativas para poder planear tareas que promuevan su compromiso de manera sistemática. Esta tarea deberá conformarse con la mayor cantidad de información posible, es por esto que es dónde uno más tiempo debe invertir. En este punto es importante distinguir que hay dos tipos de grupos de interés: internos y externos. Los internos son aquellas personas o grupos que forman parte del equipo o de la organización, y los externos son esos individuos o grupos que se encuentran por fuera y que reciben algún tipo de beneficio de la empresa.
Una vez reconocidas las partes, es esencial comprender los diversos panoramas en los que operan, lo que conlleva definir sus funciones, intenciones y responsabilidades en relación al proyecto.
Otra acción fundamental en este paso es lograr segmentar las partes adecuadamente basándose en el grado de impacto que podrían tener cada una de ellas sobre los resultados, clasificándolas en: alto, medio o bajo. Esto luego puede llevarse a un mapping para una mejor visualización y así poder decidir sobre qué actores trabajar primero y sobre cuales después, ayudando a definir prioridades.
Es necesario tener en cuenta, que esto debe actualizarse constantemente, porque los escenarios son cambiantes y esta información no puede mantenerse desactualizada. Esto nos ayudará a visualizar de mejor manera cuánta influencia y de qué manera influye cada parte sobre el resultado final.
Con toda esta información recolectada se podrá realizar un análisis profundo sobre cada parte, teniendo en cuenta su particularidad.
- Creación de un plan de compromiso
Ha llegado la hora de elaborar un plan de participación con toda la información recolectada del paso anterior. El objetivo de esto es crear y garantizar una comunicación continua y eficaz. Consiste en averiguar cómo comunicarse, colaborar e interactuar con las personas clave que tienen una influencia positiva o negativa, y que pueden influir en el éxito de su proyecto, dirá Tim Mills (Director y PMO de Lahey Health in Burlington).
Como toda parte de planificación, puede resultar un tanto engorroso, pero a la larga brindará muchos beneficios, como: gestionar recursos de forma eficaz, reducir riesgos, crear confianza, facilitar la colaboración entre y las partes, y otras cosas más.
En esta parte también se puede clarificar los objetivos que se tiene para este plan, de esta forma se podrá mantener un equipo que lleva y se alinea a las metas organizacionales.
- Comunicación continua con los stakeholders
Una vez construido el plan de participación, debe utilizarse para establecer buenas relaciones y nuevas dinámicas entre las partes desde el inicio hasta el final, a través de un plan de comunicación que sea claro y coherente.
Para ello podemos tener en cuenta los siguientes puntos:
Transparencia: Asegurarse de que toda la información del proyecto o de la organización estén presentadas de forma transparente y clara para que el entender los objetivos sea más fácil. Cuando se esconde o se trata de ocultar información los grupos seguramente podrán darse cuenta de eso o simplemente lo sospecharán y no habrá confianza.Modos de comunicación: Toda la información previamente recolectada al momento de identificar y analizar las partes debe ser utilizada de forma correcta, ahí se podrá dilucidar cuáles son las formas o modalidades de comunicación que le conviene o requiere cada una de las partes.
Comprensión: No se deben juzgar los objetivos o propósitos de los grupos de interés, sino por el contrario buscar comprender en profundidad que dio origen a ellos y que cuál es la base que los sostiene.
Feedback: Mantener actualizado a los interesados sobre cómo avanza o cuál es la situación del proyecto y en qué medida sus intereses están siendo cumplidos o si están próximos a alcanzarse.
Registro: Llevar a cabo una compilación de cada contacto que se estableció con los grupos de interés, es una forma de prevenir y controlar cuán seguido se vuelve a las partes para mantenerlas informadas o para poder constatar cuánta importancia se les dio a lo largo del proyecto.
- Generar compromiso
Este paso final es el que incluye y sintetiza a todos los demás y debe ser el principal objetivo. Los anteriores pasos nombrados responden a este, y son el camino para llegar a esto.
Es necesario saber antes que nada que el compromiso viene de la mano de los valores particulares de cada parte. Este tipo de estrategia busca rescatar eso, implica mostrar a los interesados que más allá de lo económico se respetan y entienden sus valores y que también se busca crear valor para ellos. Cuando las partes entiendan que ellas juegan un papel crucial en el éxito o no del proyecto, se sentirán pertenecientes a algo mayor y por ende comprometidas. Entenderán que tienen una responsabilidad mayor en el proyecto más allá de las responsabilidades asignadas.
Simplificando la Gestión de los Grupos de Interés
Sabemos que Conocimiento y Entendimiento son dos palabras cruciales para lograr los objetivos organizacionales y concordamos que la Gestión de Grupos de Interés es una estrategia que se debe cumplir para alcanzar el éxito. De esta manera, a través de AKTEK iO queremos ayudarte a utilizar esta estrategia y herramienta para que tus decisiones sean más ágiles y efectivas.
AKTEK iO proporciona la flexibilidad necesaria para crear una solución eficaz de gestión de los grupos de interés adaptada a las necesidades organizacionales. AKTEK iO puede ser utilizada para capturar, acceder, analizar, visualizar y reportar información sobre las partes interesadas, sus características y las relaciones entre ellas.
Creemos firmemente que una gestión eficaz de las partes interesadas ayuda a mejorar las relaciones y por lo tanto llegar a un compromiso más sólido para poder cumplir con los objetivos planteados. Es así que a través de nuestra plataforma podrás mapear y visualizar fácilmente a sus grupos de interés en una vista de red dinámica, destacando sus conexiones con otros, su posición en ciertos temas, sus niveles de influencia o centralidad, y más.
¿Aún te quedan dudas? A continuación te dejamos un estudio de caso, en donde podrás observar como AKTEK iO colaboró a realizar un análisis de las relaciones con las partes interesadas para la reforma del sector de seguridad.